"Carnaval Río de Janeiro", Pablo Torres. Flickr
Tras analizar el mercado brasileño como una vía para al expansión de empresas españolas y las oportunidades de nuevos negocios que ofrece el país, es hora de tocar las barreras de entradas que nos podemos encontrar al intentar desarrollar un nuevo negocio en esta región.
Para dar algunas pinceladas, entendemos como barreras de entrada, por ejemplo, los costes en los que tiene que incurrir las empresas que desean entrar en un sector, que no tienen las establecidas: esto dificulta la entrada de nuevas empresas y permite mantener beneficios a largo plazo a las establecidas. Las barreras de entrada pueden derivarse de la propia estructura del mercado: los costes fijos que dan lugar a economías de escala, las ventajas absolutas de coste, las ventajas de la diferenciación del producto y el capital necesario, etc.
A estas barreras habría que añadir las barreras legales a la entrada y las restricciones de acceso al mercado como práctica habitual de las empresas establecidas.
Para ciertos sectores considerados estratégicos, hay fuertes barreras de entrada, como en el sector de medios de comunicación en el que la presencia extranjera esta limitada a un 30%. Pero para el sector turístico, en la actualidad no existen barreras de relevancia a la entrada de inversión extranjera. Sin embargo, sí existen una serie de dificultades, a las cuales las empresas españolas con inversión en Brasil tienen que hacer frente:
- Lentitud y exceso de burocracia de la Administración brasileña, lo que se conoce como Coste Brasil, que provoca serios perjuicios económicos a las empresas españolas establecidas en este país.
- Inseguridad jurídica: ruptura de contratos por parte de las Administraciones Públicas y lagunas en el marco regulador y con la definición del papel de las Agencias Reguladoras en algunos sectores.
- Legislación diferente según el municipio para el procedimiento de adquisición y desarrollo inmobiliario. En general, este proceso es de las partes más complicadas en una fase de inversión.
- Regulación medioambiental cada vez más severa. Aunque entendemos esto como necesario y obligatorio para un desarrollo sostenible económico y social, se considera una barrera de entrada ya que la adecuación de la empresa a dichas medidas siempre supone un coste.
- Largos periodos de espera entre la contratación de un servicio básico y su funcionamiento: energía, agua, gas, teléfono, etc. No obstante, los amplios procesos de privatización que se están produciendo en el país están contribuyendo a mejorar esta situación.
- Legislación laboral compleja y con un alto grado de burocratización.
